Washington, 11 ene (Prensa Latina) Autoridades de Nueva York atendieron hoy una amenaza de bomba en la casa del juez Arthur Engoron, quien dictará el fallo final en el juicio civil por fraude contra el expresidente de Estados Unidos Donald Trump.
El departamento de policía y el escuadrón antiexplosivos del condado neoyorquino de Nassau respondieron a una llamada telefónica alertando sobre el peligro y, según los reportes en medios locales, se trasladaron de inmediato al domicilio del magistrado.
«Somos conscientes de que hubo una amenaza de bomba contra el juez Engoron. Hemos implementado varios protocolos de seguridad desde el inicio del procedimiento. Continuarán. Esperamos que el proceso continúe según lo planeado», dijo Al Baker, portavoz de la administración del tribunal.
Trump desató una ola de críticas y calificativos en redes sociales sobre los que, a criterio suyo, pretenden condenarlo injustamente.
El caso presentado por la fiscal general de Nueva York, Letitia James, despojaría a Trump y a sus hijos del negocio inmobiliario en el estado donde nació y creció su imperio, pero además estaría obligado a pagar unos 370 millones de dólares como parte de la sanción.
Al exmandatario (2017-2021) se le acusó de inflar su patrimonio neto en los estados financieros en busca de beneficios económicos en negociaciones.
Los abogados de Trump pidieron, como parte del proceso, que su cliente presentara este jueves sus argumentos de viva voz previo a la emisión de la sentencia, pero Engoron denegó la solicitud.
El juez alegó que como no se presentó un compromiso oficial de que el expresidente se limitaría a hablar sobre su situación legal sin faltar el respeto al personal que lo juzga o que trataría de desviar la atención hacia otros asuntos lo más saludabel era que asistiera a la sala del tribunal sin hablar.
Trump apareció el martes en Washington DC ante la corte de apelaciones que escuchó los argumentos orales sobre el tema de la inmunidad presidencial y ahora está en Nueva York, también en un tribunal en medio de su campaña electoral en Iowa.
Ese es el patrón que seguirá el magnate en el futuro inmediato: de corte en corte en plena campaña por volver a la Casa Blanca, pero su base electoral, pese a todo, se mantiene firme.
Las encuestas arrojan que el 70 por ciento de sus simpatizantes apoya su eventual candidatura presidencial, aunque sea condenado.